Meche se sorprende y en ese momento se le nublan los ojos. Andrés le da un profundo abrazo. Meche le corresponde y se aferra más a él. La cámara gira alrededor de ellos. Por el lado izquierdo, Daniella y Julián vienen caminando y se sorprenden al ver a Meche y Andrés abrazados, quienes de repente se desprenden. Andrés toma de la mano a Meche y se la lleva corriendo hacia la salida del hotel.
Daniella (extrañada): ¿Les habrá pasado algo? (Después de una breve pausa).
Julián (serio): No lo sé. Mejor entremos a la reunión del aniversario.
Daniella se le adelanta a Julián y comienza a subir las escaleras. Julián se queda pensativo. Por otra parte, Meche y Andrés terminan de salir del hotel. Meche se detiene.
Meche: ¿A dónde vamos? ¿Qué pasa?
Andrés: No puedes ser presentada. Tenemos que escapar.
Meche desencaja el rostro y Andrés se la lleva corriendo. Unos minutos más tarde, ambos se encuentran en el auto de Andrés. Éste conduce.
Meche: Deben de estar preocupados. ¿Qué les vamos a decir? (Nota el silencio de Andrés). No me digas que estamos alejándonos del hotel sin tener un plan en mente.
Andrés: Pues eso mismo, pero estoy tratando de pensar en algo.
INT. / BEACH GLOOK, SALÓN / DÍA
Don Arturo está en su silla de ruedas desesperado. Detrás de él están Rosalía y Simoneto.
Rosalía: Han pasado más de diez minutos y Meche no llega.
En ese momento el celular de don Arturo comienza a sonar. Él lo saca del bolsillo de su pantalón, ve la pantalla y contesta.
Arturo: Andrés, Meche no aparece. ¿Le habrá pasado algo?
Andrés: Abuelo, tuvo un problema (Arturo se desconcierta). La saqué rápidamente del hotel.
Arturo: ¿Qué es lo que pasa?
EXT. / CARRETERA, AUTO DE ANDRÉS / DÍA
Andrés: Es que ella… Tuvo un problema y…
Arturo (molesto): ¡Ya me dijiste que tuvo un problema! Quiero saber exactamente qué está pasando, Andrés.
Meche le arrebata el celular a Andrés.
Meche (murmurando): No sabes mentir. Es el colmo. ¡Qué indignante! (Andrés se sorprende y Meche contesta) Hola, abuelo… Lo que pasa es que mi papá se enteró de que hoy me iban a presentar ante todos. Se molestó porque nadie lo llamó (Andrés se sorprende). Se sintió decepcionado, pues quería que lo llamáramos para que viniera a Miami a estar conmigo en el aniversario…
Arturo (sorprendido): Oh, es cierto… Cometimos un error al no haberlo llamado. Y ante todo esto, ¿qué problema hay?
Meche: Él está en la ciudad, lo iré a ver al aeropuerto, sólo que dudo que me acompañe, pues tiene que tener mucho cuidado para que no lo persigan esas personas… Los prestamistas (suspira).
Arturo: ¿Cuándo te enteraste de que yo estoy al tanto de las andanzas de tu padre?
Meche (ríe): Andrés me lo contó (Arturo se sorprende). Yo sospeché que algo estaba pasando, entonces lo obligué a que me contara. Si vieras el problema que le armé, casi lo tiro desde el ventanal de mi habitación (Andrés se sorprende).
Arturo (ríe): Tú siempre con tu humor. Está bien, Meche. Luego nos vemos. Adiós (cuelga).
Meche: Eso es armar una buena mentira sin balbucear (sonríe).
INT. / BEACH GLOOK, HABITACIÓN 401 / DÍA
Daniella está en el ventanal observando la ciudad.
Daniella: ¿Cómo pudo haberme traicionado por una muchacha como ésas? Qué lástima que se haya cancelado el nombramiento oficial. Pero sé que llegará el momento perfecto para confesar todo.
Daniella niega con la cabeza y continúa pensativa.
EXT. / CARRETERA, AUTO DE ANDRÉS / DÍA
Andrés está conduciendo el auto mientras que Meche se encuentra indecisa en decir lo que quiere.
Meche: Hay algo que quiero saber en este momento, Andrés… ¿Te gusto?
Andrés mira sorprendido a Meche y luego vuelve a voltear el rostro muy avergonzado.
Meche: Antes de haberme abrazado, dijiste que no seguirías mintiendo. Sólo respóndeme si lograste caer en mis encantos de mujer (mostrando una gran sonrisa).
Andrés (sorprendido): No es eso. Lo que pasa es que no quiero que te quedes con la mitad del hotel y el puesto de directora.
Meche mira a Andrés de manera cómica, sonriendo pero también mostrando molestia.
Meche: Tampoco es que me importe. Ni que fueras tan fantástico. Hay miles de chicos en Las Bahamas esperando mis llamadas. Tú vendrías siendo un negado.
Ahora quien se molesta es Andrés. Él decide arrimar el auto al borde de la carretera y detenerlo.
Andrés: Está bien, lo acepto. Lo me acabas de preguntar, es cierto.
Meche sonríe y alza las cejas un par de veces. Andrés ríe.
Andrés: ¿Te pasa lo mismo a ti?
Meche (sonrojada): ¿Cómo puedes preguntarme eso? Estar huyendo contigo lo demuestra todo… (Andrés ríe). Vayamos a algún lugar, ¿sí?
EXT. / AEROPUERTO, ENTRADA / MÁS TARDE
Han pasado algunos minutos. Meche y Andrés van a entrar al aeropuerto. Él ingresa primero. Meche intenta pasar pero se confunde dando vueltas por la puerta que es giratoria. La muchacha logra encontrarle lógica a la puerta y cuando va a pasar, otra persona entra, moviendo una de las puertas, ocasionando que la cabeza de Meche se quede atascada.
Meche (adolorida): ¡Ah, mi cráneo! ¡Se me está aplastando!
Andrés sorprendido ayuda a Meche, moviendo la puerta de para un lado y permitiendo que ella pase finalmente.
Andrés: ¿No habías entrado por una puerta así?
Meche: ¡Claro que sí! He entrado por muchas puertas de ese tipo cuando he viajado a México, París, Roma… Sólo que ésta es un poco diferente.
Andrés mira a Meche con los ojos entrecerrados.
Meche: ¿Para qué es que vinimos hasta acá?
Andrés: No lo sé, pero me dijiste que el mejor lugar para huir es ir al aeropuerto.
Meche: Vayamos entonces a cambiar algunos billetes por euros. Si vamos a viajar, hagámoslo en un país de Europa. Tú cagas plata, yo no (sonríe).
NEW YORK
INT. / CASINO DE LA CIUDAD / DÍA
Gustavo entra a un casino, el mismo lugar que Andrea visitó la vez pasada. Guillermo se le acerca sorprendido.
Guillermo: ¿Señor González? (Gloria también se acerca)
Gustavo: ¡Sí, soy yo, Gustavo González! ¿Guillermo? (Él asiente) ¡Cuánto tiempo! ¡Más de veinte años!
Gloria: ¿Qué estás haciendo en New York?
Gustavo: Decidí venir a la ciudad y he estado por aquí cerca. Qué casualidad haberme topado con ustedes dos (ríe).
INT. / AEROPUERTO DE MIAMI / DÍA
Meche cuenta algunos euros en su mano.
Andrés: Entonces vámonos para España, aunque no tiene que ser ahora… Puede ser después.
Meche: Por supuesto. Sólo fingí estar desesperada para que me dieras el dinero. Tengo euros en mis manos. Puedo viajar cuando quiera. Además, no puedes venir conmigo, tú te tienes que ir a New York.
Andrés: (sonríe) Ni se te ocurra irte sin mí, ¿entendido? Sobre New York, mejor no voy. Decía que era de urgencia porque no quería verte… (Meche le hace mal gesto).
Meche: Está bien. Entonces vámonos para la casa. Seguro cuando lleguemos encontraremos a Rosalía diciendo: “Me tenían con el pendiente” (ríe). Me recordaría a Carmen Salinas.
Andrés ríe por las ocurrencias de Meche. En ese momento su celular comienza a timbrar. Andrés lo saca del bolsillo y contesta.
Andrés: ¿Hola?
Andrea: (en el otro lado de la línea) Andrés, soy yo… Estoy en el hotel. Afuera hay unos periodistas. Quieren averiguar sobre tu relación con Daniella. Al parecer están al tanto de que rompiste con ella.
Andrés (se sorprende): Trata de calmar todo, por favor. Sólo diles que la relación entre Daniella y yo nunca tuvo un buen inicio. Pídeles que no regresen, Andrea.
Andrea: Está bien, señor. Eso les diré. Adiós (cuelga).
Meche (después de que Andrés también cuelga): ¿Hay problemas con Daniella?
Andrés: Sí, pero no es nada importante. Sólo temo que el abuelo se entere y me regañe, pues no le he confesado que rompí con ella (suspira pensativo).
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, DESPACHO / MÁS TARDE
Ya está atardeciendo. Don Arturo se encuentra discutiendo con Andrés. El anciano está en su silla de ruedas, al lado del escritorio.
Don Arturo: ¿Cómo hiciste algo tan descuidado? Siempre me entero de tus problemas con Daniella por los periodistas. Será un escándalo. Comenzarán a salir artículos comentando que el director del hotel rompió con la mejor tenista del país y que él no quiso dar la cara.
Andrés: Lo lamento, abuelo. Estuve por contarte todo…
Don Arturo: Espero que esto te siga de lección. Y otra cosa… Necesito que me ayudes con el papá de Meche. Necesitaré su firma para ponerla en el registro de la familia. Quiero que Meche lleve nuestro apellido, como la nieta que es.
Andrés (sorprendido): Me niego… (Don Arturo se sorprende). Si nuestro apellido pasa al de ella… (Tratando de inventarse algo). El dinero de nosotros también podría pasar a sus manos.
Don Arturo (molesto): ¿Por qué estás reaccionando así? ¡Eres un codicioso, mocoso malcriado!
Afuera del despacho, se encuentran Meche y Rosalía.
Rosalía: (negando con la cabeza) Esto es la primera vez que pasa. Nunca mi papá había regañado tanto a Andrés.
Meche: Seguro perdonará sus errores, porque lo quiere demasiado.
Rosalía: Él da miedo… Al que más quiere, es al que peor trata. De todos modos, Andrés se está portando raro últimamente. Algo está pasando.
Rosalía se queda pensativa. Meche se siente culpable, pues sabe que por ella Andrés seguirá teniendo enfrentamientos con don Arturo. Dentro del despacho, Andrés y don Arturo siguen discutiendo.
Don Arturo: No imaginé que resultarías ser tan codicioso. Así te niegues, pronto pondré en el registro de la familia a Mercedes, como mi nieta. ¡Y ahora sale de mi vista ahora!
EXT. / PARQUE CERCANO / MINUTOS DESPUÉS
Ya he llegado la noche. Meche y Andrés caminan por un parque cercano a la mansión.
Meche: Debes de estar muy cargado de problemas. Por mi culpa, tu abuelo te ha estado regañando.
Andrés (sonríe): Descuida. No pasa nada.
Meche: Está bien. Aunque me da rabia que no pueda hacer nada por ti… (Haciendo mal gesto). ¡Oye, tengo piquiña en la espalda! ¡Ayúdame a rascarme!
Meche le da la espalda a Andrés. Éste sonríe y comienza a pasar sus uñas por la espalda de Meche.
Meche (incómoda): ¡Más arriba! (Pausa) ¡No tanto, baja un poco! (Pausa) ¡Más a la izquierda! (Pausa) Por ahí… ¡Ah, sí! ¡Yeah!
Andrés (ríe): ¡No te sobrepases!
Meche (sonríe): Listo… Y volviendo a lo de antes. Ten en cuenta que por más duros que sean los momentos, siempre hay que salir adelante y sonreír. He preparado algo para ti. Siéntate.
Andrés ríe curioso y se sienta en una banca. Frente a él está Meche. La muchacha se queda pensativa, muy indecisa en hacer lo que ha planeado. De repente, hace posición del baile de “Gangnam Style” y comienza a bailarlo de manera cómica, cantando al ritmo de la canción. Andrés ríe mientras se sorprende al ver el talento de Meche, quien sigue bailando y cantando.
Meche (cantando): Eh sexy lady… ¡Op, op, op, op oppa Gangnam style! (Sigue cantando) Eh sexy lady… ¡Op, op, op, op oppan Gangnam style!
Meche dejá de cantar y se lleva las manos al rostro, tapándoselo por completo.
Meche (avergonzada): ¡Oh, qué vergüenza!
Meche sale corriendo teniendo la cara tapada, metiéndose por un camino con pasto. La traviesa muchacha se tropieza y cae.
Andrés (ríe): Mientras estés conmigo, sé que estaré muy bien.
NEW YORK
INT. / CASA DE GLORIA Y GUILLERMO / AL DÍA SIGUIENTE
Gustavo, Guillermo y Gloria están sentados en la sala de la casa que se vincula con el casino.
Gustavo (sorprendido): ¿Entonces mi hija está en una casa rica?
Gloria: Sí. Otra novedad es que hace poco vino una muchacha a averiguar sobre todos nosotros cuando vivimos en México hace veinte años. Están buscando a la nieta perdida de Arturo del León, el presidente del Hotel Beach Glook. Sólo que no entiendo por qué tu hija está en esa familia. Además, siguen buscando a una niña muerta, la del terremoto, nieta del tal Arturo.
Gustavo (sorprendido): ¿Esa niña es la nieta del presidente del hotel Glook? ¿Johana? ¿La pequeña que era vecina de nosotros y se mantenía jugando con mi hija?
Guillermo: ¡Esa misma! La andan buscando, después de que yo estoy seguro de que murió.
Gustavo (sorprendido): ¿Cómo va a estar muerta? ¡Ella está viva! ¡Yo le salvé la vida a Johana!
Gloria y Guillermo se miran entre sí, muy sorprendidos pero al mismo tiempo dudando de Gustavo.
Gloria: ¿En serio? ¿Y en dónde está?
Gustavo: Ella está… ¡Ah! Luego les cuento. De todos modos ustedes pueden averiguarlo llamando al hospital central de la Ciudad de México. Estoy seguro que deben de tener registros de hace veinte años. Tengo que irme.
Gustavo se levanta del sofá y sale apurado. Cuando ya está afuera del casino, se habla así mismo.
Gustavo: ¿Meche en una familia rica? (Ríe irónico). No sé por qué presiento que me ganaré la lotería aportando más información de la nieta perdida del presidente de ese hotel (sonríe con malicia).
MIAMI
INT. / CASA DE CAROLINA, COMEDOR / DÍA
Meche: (sonríe con ilusión) Parece que las cosas se están solucionando. Será menos golpe para don Arturo enterare que yo aparenté ser su nieta por su salud, pero que de todos modos, la nieta real está viva.
Andrés: Así es (sonríe). Todo se va solucionando. Hoy fue un buen día. Mira que hasta están tirando juegos pirotécnicos.
Meche: Tienes razón… ¿Qué se celebrará hoy?
Andrés le hace una seña a Meche con el dedo índice, indicándole que se acerque. Ella se acerca y Andrés le da un simple beso en la frente.
Andrés (ríe): ¿Decepcionada?
Meche: Sí… (Reaccionada) ¡Eh, no, yo…!
Andrés interrumpe a Meche y justo en ese momento le da un tierno pero apasionado beso en la boca. Meche le corresponde.
Andrés (separándose de ella): Te amo…
Andrés vuelve a besar a Meche. Ambos se funden en un apasionado beso lleno de amor. La cámara se aleja y se ve como en el cielo se explotan los juegos pirotécnicos. La escena se ve increíble.
CONTINUARÁ…
Daniella (extrañada): ¿Les habrá pasado algo? (Después de una breve pausa).
Julián (serio): No lo sé. Mejor entremos a la reunión del aniversario.
Daniella se le adelanta a Julián y comienza a subir las escaleras. Julián se queda pensativo. Por otra parte, Meche y Andrés terminan de salir del hotel. Meche se detiene.
Meche: ¿A dónde vamos? ¿Qué pasa?
Andrés: No puedes ser presentada. Tenemos que escapar.
Meche desencaja el rostro y Andrés se la lleva corriendo. Unos minutos más tarde, ambos se encuentran en el auto de Andrés. Éste conduce.
Meche: Deben de estar preocupados. ¿Qué les vamos a decir? (Nota el silencio de Andrés). No me digas que estamos alejándonos del hotel sin tener un plan en mente.
Andrés: Pues eso mismo, pero estoy tratando de pensar en algo.
INT. / BEACH GLOOK, SALÓN / DÍA
Don Arturo está en su silla de ruedas desesperado. Detrás de él están Rosalía y Simoneto.
Rosalía: Han pasado más de diez minutos y Meche no llega.
En ese momento el celular de don Arturo comienza a sonar. Él lo saca del bolsillo de su pantalón, ve la pantalla y contesta.
Arturo: Andrés, Meche no aparece. ¿Le habrá pasado algo?
Andrés: Abuelo, tuvo un problema (Arturo se desconcierta). La saqué rápidamente del hotel.
Arturo: ¿Qué es lo que pasa?
EXT. / CARRETERA, AUTO DE ANDRÉS / DÍA
Andrés: Es que ella… Tuvo un problema y…
Arturo (molesto): ¡Ya me dijiste que tuvo un problema! Quiero saber exactamente qué está pasando, Andrés.
Meche le arrebata el celular a Andrés.
Meche (murmurando): No sabes mentir. Es el colmo. ¡Qué indignante! (Andrés se sorprende y Meche contesta) Hola, abuelo… Lo que pasa es que mi papá se enteró de que hoy me iban a presentar ante todos. Se molestó porque nadie lo llamó (Andrés se sorprende). Se sintió decepcionado, pues quería que lo llamáramos para que viniera a Miami a estar conmigo en el aniversario…
Arturo (sorprendido): Oh, es cierto… Cometimos un error al no haberlo llamado. Y ante todo esto, ¿qué problema hay?
Meche: Él está en la ciudad, lo iré a ver al aeropuerto, sólo que dudo que me acompañe, pues tiene que tener mucho cuidado para que no lo persigan esas personas… Los prestamistas (suspira).
Arturo: ¿Cuándo te enteraste de que yo estoy al tanto de las andanzas de tu padre?
Meche (ríe): Andrés me lo contó (Arturo se sorprende). Yo sospeché que algo estaba pasando, entonces lo obligué a que me contara. Si vieras el problema que le armé, casi lo tiro desde el ventanal de mi habitación (Andrés se sorprende).
Arturo (ríe): Tú siempre con tu humor. Está bien, Meche. Luego nos vemos. Adiós (cuelga).
Meche: Eso es armar una buena mentira sin balbucear (sonríe).
INT. / BEACH GLOOK, HABITACIÓN 401 / DÍA
Daniella está en el ventanal observando la ciudad.
Daniella: ¿Cómo pudo haberme traicionado por una muchacha como ésas? Qué lástima que se haya cancelado el nombramiento oficial. Pero sé que llegará el momento perfecto para confesar todo.
Daniella niega con la cabeza y continúa pensativa.
EXT. / CARRETERA, AUTO DE ANDRÉS / DÍA
Andrés está conduciendo el auto mientras que Meche se encuentra indecisa en decir lo que quiere.
Meche: Hay algo que quiero saber en este momento, Andrés… ¿Te gusto?
Andrés mira sorprendido a Meche y luego vuelve a voltear el rostro muy avergonzado.
Meche: Antes de haberme abrazado, dijiste que no seguirías mintiendo. Sólo respóndeme si lograste caer en mis encantos de mujer (mostrando una gran sonrisa).
Andrés (sorprendido): No es eso. Lo que pasa es que no quiero que te quedes con la mitad del hotel y el puesto de directora.
Meche mira a Andrés de manera cómica, sonriendo pero también mostrando molestia.
Meche: Tampoco es que me importe. Ni que fueras tan fantástico. Hay miles de chicos en Las Bahamas esperando mis llamadas. Tú vendrías siendo un negado.
Ahora quien se molesta es Andrés. Él decide arrimar el auto al borde de la carretera y detenerlo.
Andrés: Está bien, lo acepto. Lo me acabas de preguntar, es cierto.
Meche sonríe y alza las cejas un par de veces. Andrés ríe.
Andrés: ¿Te pasa lo mismo a ti?
Meche (sonrojada): ¿Cómo puedes preguntarme eso? Estar huyendo contigo lo demuestra todo… (Andrés ríe). Vayamos a algún lugar, ¿sí?
EXT. / AEROPUERTO, ENTRADA / MÁS TARDE
Han pasado algunos minutos. Meche y Andrés van a entrar al aeropuerto. Él ingresa primero. Meche intenta pasar pero se confunde dando vueltas por la puerta que es giratoria. La muchacha logra encontrarle lógica a la puerta y cuando va a pasar, otra persona entra, moviendo una de las puertas, ocasionando que la cabeza de Meche se quede atascada.
Meche (adolorida): ¡Ah, mi cráneo! ¡Se me está aplastando!
Andrés sorprendido ayuda a Meche, moviendo la puerta de para un lado y permitiendo que ella pase finalmente.
Andrés: ¿No habías entrado por una puerta así?
Meche: ¡Claro que sí! He entrado por muchas puertas de ese tipo cuando he viajado a México, París, Roma… Sólo que ésta es un poco diferente.
Andrés mira a Meche con los ojos entrecerrados.
Meche: ¿Para qué es que vinimos hasta acá?
Andrés: No lo sé, pero me dijiste que el mejor lugar para huir es ir al aeropuerto.
Meche: Vayamos entonces a cambiar algunos billetes por euros. Si vamos a viajar, hagámoslo en un país de Europa. Tú cagas plata, yo no (sonríe).
NEW YORK
INT. / CASINO DE LA CIUDAD / DÍA
Gustavo entra a un casino, el mismo lugar que Andrea visitó la vez pasada. Guillermo se le acerca sorprendido.
Guillermo: ¿Señor González? (Gloria también se acerca)
Gustavo: ¡Sí, soy yo, Gustavo González! ¿Guillermo? (Él asiente) ¡Cuánto tiempo! ¡Más de veinte años!
Gloria: ¿Qué estás haciendo en New York?
Gustavo: Decidí venir a la ciudad y he estado por aquí cerca. Qué casualidad haberme topado con ustedes dos (ríe).
INT. / AEROPUERTO DE MIAMI / DÍA
Meche cuenta algunos euros en su mano.
Andrés: Entonces vámonos para España, aunque no tiene que ser ahora… Puede ser después.
Meche: Por supuesto. Sólo fingí estar desesperada para que me dieras el dinero. Tengo euros en mis manos. Puedo viajar cuando quiera. Además, no puedes venir conmigo, tú te tienes que ir a New York.
Andrés: (sonríe) Ni se te ocurra irte sin mí, ¿entendido? Sobre New York, mejor no voy. Decía que era de urgencia porque no quería verte… (Meche le hace mal gesto).
Meche: Está bien. Entonces vámonos para la casa. Seguro cuando lleguemos encontraremos a Rosalía diciendo: “Me tenían con el pendiente” (ríe). Me recordaría a Carmen Salinas.
Andrés ríe por las ocurrencias de Meche. En ese momento su celular comienza a timbrar. Andrés lo saca del bolsillo y contesta.
Andrés: ¿Hola?
Andrea: (en el otro lado de la línea) Andrés, soy yo… Estoy en el hotel. Afuera hay unos periodistas. Quieren averiguar sobre tu relación con Daniella. Al parecer están al tanto de que rompiste con ella.
Andrés (se sorprende): Trata de calmar todo, por favor. Sólo diles que la relación entre Daniella y yo nunca tuvo un buen inicio. Pídeles que no regresen, Andrea.
Andrea: Está bien, señor. Eso les diré. Adiós (cuelga).
Meche (después de que Andrés también cuelga): ¿Hay problemas con Daniella?
Andrés: Sí, pero no es nada importante. Sólo temo que el abuelo se entere y me regañe, pues no le he confesado que rompí con ella (suspira pensativo).
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, DESPACHO / MÁS TARDE
Ya está atardeciendo. Don Arturo se encuentra discutiendo con Andrés. El anciano está en su silla de ruedas, al lado del escritorio.
Don Arturo: ¿Cómo hiciste algo tan descuidado? Siempre me entero de tus problemas con Daniella por los periodistas. Será un escándalo. Comenzarán a salir artículos comentando que el director del hotel rompió con la mejor tenista del país y que él no quiso dar la cara.
Andrés: Lo lamento, abuelo. Estuve por contarte todo…
Don Arturo: Espero que esto te siga de lección. Y otra cosa… Necesito que me ayudes con el papá de Meche. Necesitaré su firma para ponerla en el registro de la familia. Quiero que Meche lleve nuestro apellido, como la nieta que es.
Andrés (sorprendido): Me niego… (Don Arturo se sorprende). Si nuestro apellido pasa al de ella… (Tratando de inventarse algo). El dinero de nosotros también podría pasar a sus manos.
Don Arturo (molesto): ¿Por qué estás reaccionando así? ¡Eres un codicioso, mocoso malcriado!
Afuera del despacho, se encuentran Meche y Rosalía.
Rosalía: (negando con la cabeza) Esto es la primera vez que pasa. Nunca mi papá había regañado tanto a Andrés.
Meche: Seguro perdonará sus errores, porque lo quiere demasiado.
Rosalía: Él da miedo… Al que más quiere, es al que peor trata. De todos modos, Andrés se está portando raro últimamente. Algo está pasando.
Rosalía se queda pensativa. Meche se siente culpable, pues sabe que por ella Andrés seguirá teniendo enfrentamientos con don Arturo. Dentro del despacho, Andrés y don Arturo siguen discutiendo.
Don Arturo: No imaginé que resultarías ser tan codicioso. Así te niegues, pronto pondré en el registro de la familia a Mercedes, como mi nieta. ¡Y ahora sale de mi vista ahora!
EXT. / PARQUE CERCANO / MINUTOS DESPUÉS
Ya he llegado la noche. Meche y Andrés caminan por un parque cercano a la mansión.
Meche: Debes de estar muy cargado de problemas. Por mi culpa, tu abuelo te ha estado regañando.
Andrés (sonríe): Descuida. No pasa nada.
Meche: Está bien. Aunque me da rabia que no pueda hacer nada por ti… (Haciendo mal gesto). ¡Oye, tengo piquiña en la espalda! ¡Ayúdame a rascarme!
Meche le da la espalda a Andrés. Éste sonríe y comienza a pasar sus uñas por la espalda de Meche.
Meche (incómoda): ¡Más arriba! (Pausa) ¡No tanto, baja un poco! (Pausa) ¡Más a la izquierda! (Pausa) Por ahí… ¡Ah, sí! ¡Yeah!
Andrés (ríe): ¡No te sobrepases!
Meche (sonríe): Listo… Y volviendo a lo de antes. Ten en cuenta que por más duros que sean los momentos, siempre hay que salir adelante y sonreír. He preparado algo para ti. Siéntate.
Andrés ríe curioso y se sienta en una banca. Frente a él está Meche. La muchacha se queda pensativa, muy indecisa en hacer lo que ha planeado. De repente, hace posición del baile de “Gangnam Style” y comienza a bailarlo de manera cómica, cantando al ritmo de la canción. Andrés ríe mientras se sorprende al ver el talento de Meche, quien sigue bailando y cantando.
Meche (cantando): Eh sexy lady… ¡Op, op, op, op oppa Gangnam style! (Sigue cantando) Eh sexy lady… ¡Op, op, op, op oppan Gangnam style!
Meche dejá de cantar y se lleva las manos al rostro, tapándoselo por completo.
Meche (avergonzada): ¡Oh, qué vergüenza!
Meche sale corriendo teniendo la cara tapada, metiéndose por un camino con pasto. La traviesa muchacha se tropieza y cae.
Andrés (ríe): Mientras estés conmigo, sé que estaré muy bien.
NEW YORK
INT. / CASA DE GLORIA Y GUILLERMO / AL DÍA SIGUIENTE
Gustavo, Guillermo y Gloria están sentados en la sala de la casa que se vincula con el casino.
Gustavo (sorprendido): ¿Entonces mi hija está en una casa rica?
Gloria: Sí. Otra novedad es que hace poco vino una muchacha a averiguar sobre todos nosotros cuando vivimos en México hace veinte años. Están buscando a la nieta perdida de Arturo del León, el presidente del Hotel Beach Glook. Sólo que no entiendo por qué tu hija está en esa familia. Además, siguen buscando a una niña muerta, la del terremoto, nieta del tal Arturo.
Gustavo (sorprendido): ¿Esa niña es la nieta del presidente del hotel Glook? ¿Johana? ¿La pequeña que era vecina de nosotros y se mantenía jugando con mi hija?
Guillermo: ¡Esa misma! La andan buscando, después de que yo estoy seguro de que murió.
Gustavo (sorprendido): ¿Cómo va a estar muerta? ¡Ella está viva! ¡Yo le salvé la vida a Johana!
Gloria y Guillermo se miran entre sí, muy sorprendidos pero al mismo tiempo dudando de Gustavo.
Gloria: ¿En serio? ¿Y en dónde está?
Gustavo: Ella está… ¡Ah! Luego les cuento. De todos modos ustedes pueden averiguarlo llamando al hospital central de la Ciudad de México. Estoy seguro que deben de tener registros de hace veinte años. Tengo que irme.
Gustavo se levanta del sofá y sale apurado. Cuando ya está afuera del casino, se habla así mismo.
Gustavo: ¿Meche en una familia rica? (Ríe irónico). No sé por qué presiento que me ganaré la lotería aportando más información de la nieta perdida del presidente de ese hotel (sonríe con malicia).
MIAMI
INT. / CASA DE CAROLINA, COMEDOR / DÍA
Meche se está comiendo una hamburguesa en el comedor de la casa de Carolina.
Carolina (sorprendida): ¿No te estará tomando del pelo ese Andrés? ¿Entonces ambos se gustan? ¿Cuándo habrá boda? ¿Ya el viejo sabe todo?
Meche: (deja de comer) Si al decir viejo te refieres a don Arturo, claro que no lo sabe. Por cierto, se dice señor de la tercera edad.
Carolina: ¿Piensas que dirá una frase tan larga? Simplemente se le dice “viejo” y listo (ríe). Además creo que la tercera edad llega a sesenta. Él va para la cuarta (negando con la cabeza). Y volviendo a lo de antes, ¿qué pasa si Arturito se entera de que no eres su nieta verdadera y que andas de novia con Andrés? ¡Oh, no quiero imaginarme el escándalo!
Meche: Eso ya lo he pensado antes. Estoy un poco indecisa… A veces dudo que él y yo podamos seguir con algo (desanimada).
Carolina: Si rompen, puedes cantarle… (Comienza a cantar) Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida… ¡Adefesio mal hecho!
Meche (sorprendida): ¡Oye!
Carolina: (sigue cantando) Alimaña, culebra ponzoñosa, deshecho de la vida (pareciendo despechada) Te odio y te desprecio.
Meche ríe. La muchacha da un mordisco de la hamburguesa y luego se la saca haciendo mala cara mientras tienta algo con los dientes. De repente, escupe lo que estaba mordiendo y le cae a Carolina en la cara, viéndose que era una semilla de tomate. Carolina entrecierra los ojos teniendo la babeada semilla en su labio inferior.
INT. / BEACH GLOOK, PLANTA ALTA / DÍA
Carolina (sorprendida): ¿No te estará tomando del pelo ese Andrés? ¿Entonces ambos se gustan? ¿Cuándo habrá boda? ¿Ya el viejo sabe todo?
Meche: (deja de comer) Si al decir viejo te refieres a don Arturo, claro que no lo sabe. Por cierto, se dice señor de la tercera edad.
Carolina: ¿Piensas que dirá una frase tan larga? Simplemente se le dice “viejo” y listo (ríe). Además creo que la tercera edad llega a sesenta. Él va para la cuarta (negando con la cabeza). Y volviendo a lo de antes, ¿qué pasa si Arturito se entera de que no eres su nieta verdadera y que andas de novia con Andrés? ¡Oh, no quiero imaginarme el escándalo!
Meche: Eso ya lo he pensado antes. Estoy un poco indecisa… A veces dudo que él y yo podamos seguir con algo (desanimada).
Carolina: Si rompen, puedes cantarle… (Comienza a cantar) Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida… ¡Adefesio mal hecho!
Meche (sorprendida): ¡Oye!
Carolina: (sigue cantando) Alimaña, culebra ponzoñosa, deshecho de la vida (pareciendo despechada) Te odio y te desprecio.
Meche ríe. La muchacha da un mordisco de la hamburguesa y luego se la saca haciendo mala cara mientras tienta algo con los dientes. De repente, escupe lo que estaba mordiendo y le cae a Carolina en la cara, viéndose que era una semilla de tomate. Carolina entrecierra los ojos teniendo la babeada semilla en su labio inferior.
INT. / BEACH GLOOK, PLANTA ALTA / DÍA
Andrés y Julián se encuentran en una de las plantas más altas del hotel, la cual es como un salón con un gran ventanal. Ambos observan la ciudad mientras platican.
Julián: Si te descubren, estarás metido en graves líos. Ayer vi como te llevabas a Mercedes.
Andrés (sin expresar sorpresa): Trataré de arreglar todo poco a poco.
Julián: Ojalá no le hagas daño, porque presiento que ella sufrirá a causa tuya. Hay muchas cosas que los separan. Si veo que lo tuyo con Meche está complicado, te aseguro que me daré una oportunidad con ella. Además, pronto viajaré a España. Soy capaz de llevarla conmigo.
Julián mira serio a Andrés y se marcha de allí. Andrés se queda pensativo.
INT. / BEACH GLOOK, OFICINA DE ANDRÉS / DÍA
Andrea se encuentra en un pequeño despacho que se vincula con la oficina de Andrés. En eso suena su celular.
Andrea (contesta): ¿Hola?
Guillermo (en el otro lado de la línea): ¿Señorita Andrea? (Pausa) Soy Guillermo, el del casino de New York.
Andrea (se sorprende): Qué sorpresa que me llame, señor. ¿A qué se debe?
Guillermo: El señor González apareció (Andrea se sorprende). Desde que los años que lo conocí como vecino, era un tipo mentiroso y quizás lo sigue siendo. Me aseguró que conoce a Johana, la niña que están buscando.
Andrea se queda muy sorprendida. Unos minutos más tarde, Andrés ingresa al despacho. La asistente se levanta de su puesto.
Andrés: ¿Qué me dijiste por celular? ¿De verdad mi prima está viva?
Andrea: Eso aseguró el señor González. Dijo que la conoce, pero el tipo del casino me advirtió que él es muy mentiroso. No podemos confiar del todo.
Andrés: Es muy raro que haya asegurado eso. ¿Está en Los Ángeles ahora mismo?
Andrea: Así es. Sólo que ya no se encuentra en el casino, pero puede llegar en cualquier momento.
Andrea: Tenemos que irnos para allá rápido (con seguridad).
INT. / PARQUE / CUATRO HORAS DESPUÉS
Son poco más de las tres de la tarde. Meche se encuentra sentada en el mismo parque de la noche pasada, cercano a la mansión. La muchacha habla para sí misma pero usa un tono de voz alto. Una mujer bastante obesa viene y se sienta, quedando muy extrañada al oír a Meche hablando sola. La muchacha está practicando lo que le dirá en el futuro a don Arturo cuando él se entere de todo.
Meche: De verdad lo siento, señor Arturo. Yo sólo quise salvarle su salud. No tuve ninguna mala intensión. De verdad que estoy arrepentida de haberlo engañado, pero en ese tiempo estuve desesperada, muy preocupada junto a Andrés por su mal estado. Lo lamento.
Señora: ¿Se siente bien? ¿Con quién está hablando? (Comienzo pasabocas dulces).
Meche (voltea a mirarla): Oh, disculpe. Estaba…
Señora: ¿No quiere que le ayude a buscar un doctor para enfermos mentales? Creo que hablar sola no es muy común… Además se estaba dirigiendo a alguien (mirando a Meche de manera chocante).
Meche (asqueada): ¿Pero quién se cree usted para catalogarme de loca? ¡Respete, vieja obesa metida! A la próxima, en vez de perder el tiempo oyendo conversaciones ajenas, mejor vaya a un gimnasio. Hay cientos en la ciudad.
Meche se levanta y se va con rapidez, dejando sin habla a la señora.
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, SALA / MINUTOS DESPUÉS
Meche entra a la sala y se sorprende al ver a Daniella allí. La muchacha se extraña. Don Arturo, Rosalía y Simoneto también están presentes.
Rosalía: Que mal que nos hayamos reunido sin estar Andrés presente (al ver a Meche). ¡Meche, siéntate!
Meche se dirige a un sofá y se sienta un tanto incómoda.
Daniella: Yo sólo vine a despedirme. Mañana viajaré a Australia. Tengo un torneo pendiente. De todos modos, vine pensando que Andrés no estaría. Me daría vergüenza toparme con él (sonríe).
Don Arturo: Daniella, en nombre de mi nieto, te pido disculpas por su actitud. Creo que cometió un error rompiendo contigo de tal manera. Todo salió en los periódicos.
Daniella: No se preocupe, don Arturo. Entiendo a Andrés. Quizás está enamorado de otra persona.
Don Arturo, Rosalía y Simoneto se miran entre sí. Meche tiene la mirada baja, pero disimuladamente, levanta la mirada de uno de los ojos y se da cuenta que Daniella la está observando sonriendo con malicia. Meche no logra entender la actitud de la tenista, pero decide seguir como si nada.
NEW YORK
INT. / CASA DE GLORIA Y GUILLERMO, SALA / DÍA
Andrés y Andrea se encuentran sentados en un sofá contrario al de Gloria y Guillermo.
Gloria: Así es, el señor González vino aquí y contó que le salvó la vida a Johana en aquel terremoto.
Andrés: ¿Y desconocen el lugar al que fue?
Guillermo: Sí. No ha aparecido desde esta mañana. Cometimos un error al no haberle pedido el número de contacto.
Gloria: Por cierto, su nombre en realidad es Gustavo y su hija se llama Mercedes. Ellos dos fueron nuestros vecinos y los de la pequeña Joana.
Andrés y Andrea quedan muy sorprendidos al saber que Meche está bastante relacionada con su prima perdida.
Andrea: Qué sorprendente para nosotros. No lo esperábamos.
Guillermo: Por cierto, pueden averiguar más en el hospital central de la Ciudad de México. Allá deben haber registros de hace veinte años. Es probable.
Andrés (pensativo): La verdad es que me gustaría, sólo que no puedo levantar sospechas en mi familia por tardarme tanto en llegar a la mansión.
Andrea: Andrés, un vuelo de aquí a la Ciudad de México tarda alrededor de cinco horas. De regreso a Miami, no tarda más de tres horas. Puedo hacerlo yo. No se preocupe (sonríe)
Andrés: Gracias, Andrea. Hazlo mañana. Hoy sólo habría tiempo para ir a México. Te tocaría quedarte en un hotel o llegar a Miami muy tarde.
Andrea: Prefiero hacerlo mañana temprano. Espero que no haya ningún problema.
Andrés le sonríe a su asistente indicando que no hay problema si ella viaja al día siguiente.
Andrés: Muchísimas gracias, señores. Si logran contactar a Gustavo, por favor infórmenle a Andrea (sonríe).
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, SALA / DÍA
Meche, Daniella, don Arturo, Rosalía y Simoneto continúan en la sala, distribuidos en varios sofás.
Daniella (a don Arturo): Don Arturo, si no hubieras encontrado a tu nieta, ¿qué habría pasado?
Don Arturo: De no haber encontrado a Meche, estaría muerto. La quiero muchísimo, es mi único apoyo en estos días en que Andrés me ha causado rabias.
Daniella (a Meche): Que bien por ti, Mercedes. Espero que siempre estés feliz al lado de tu abuelo. Ojalá nunca lo decepciones (sonríe).
Meche (incómoda): Eh… Iré a traerles un poco de té y fruta.
Meche se levanta del sofá y se dirige a la cocina. Unos minutos más tarde, Meche se encuentra quitándole la cáscara a una naranja con un cuchillo, estando sentada en la silla del comedor. De repente, Daniella entra a la cocina y se sienta al lado de Meche.
Daniella (siendo directa): Eres muy buena haciendo de nieta. Pareces profesional (Meche deja de cortar la cáscara). ¡Qué falsa!
Meche se queda muy sorprendida por la confesión de Daniella. Ésta se da cuenta por medio de los ruidos, que alguien está viniendo a la cocina.
Daniella: Debes de tener cuidado y seguir mintiendo como siempre (ríe). Cuidado, Rosalía nos está mirando.
Meche suelta la naranja muy nerviosa. En ese momento Rosalía ingresa a la cocina sonriente. Daniella sólo asustó a Meche haciéndole creer que Rosalía las estaba escuchando.
Rosalía: ¡Que bien que están platicando, muchachas! Yo vine a hacer la fruta. No te preocupes, Meche (sonríe). Quizás te cortas los dedos.
Daniella: (se levanta) Muéstrame tu habitación, Meche (sonríe).
Daniella se pone detrás de Meche y pone sus manos en los hombros de ella.
Daniella: Vamos, muéstrame tu cuarto. ¿O me dirás que no puedes?
Meche (nerviosa): Sí… Vamos.
Meche también se levanta y se va con Daniella. Rosalía se extraña por lo bien que parecen llevarse Meche y Daniella. Un par de minutos después, ellas dos llegan a la habitación de Mercedes.
Meche (preocupada): No es momento de esto, Daniella. Por favor, sigue guardando el secreto.
Daniella sonríe irónica y alcanza a ver en la mesita de noche, la copa de cristal que Andrés le regaló a Meche. La chocante tenista se dirige a ella y toma la copa, expresando sorpresa.
Daniella: Estoy segura que esto es un detalle de Andrés. ¿Verdad?
Meche: Éste no es el momento adecuado, Daniella.
Daniella (acercándose a Meche): Yo puedo guardar el secreto de ustedes, pero a cambio… Quiero que sufras por culpa de tus mentiras (después de una breve pausa). Si él no me quiere a mí, tampoco te querrá a ti.
Daniella deja caer la bola de cristal, quebrándola por completo. La muchacha sale con rapidez de la habitación. Meche se arrodilla al piso tratando de contener las lágrimas y manteniendo la mirada en la quebrada bola de cristal.
INT. / BEACH GLOOK, RECEPCIÓN / AL DÍA SIGUIENTE
Julián: Si te descubren, estarás metido en graves líos. Ayer vi como te llevabas a Mercedes.
Andrés (sin expresar sorpresa): Trataré de arreglar todo poco a poco.
Julián: Ojalá no le hagas daño, porque presiento que ella sufrirá a causa tuya. Hay muchas cosas que los separan. Si veo que lo tuyo con Meche está complicado, te aseguro que me daré una oportunidad con ella. Además, pronto viajaré a España. Soy capaz de llevarla conmigo.
Julián mira serio a Andrés y se marcha de allí. Andrés se queda pensativo.
INT. / BEACH GLOOK, OFICINA DE ANDRÉS / DÍA
Andrea se encuentra en un pequeño despacho que se vincula con la oficina de Andrés. En eso suena su celular.
Andrea (contesta): ¿Hola?
Guillermo (en el otro lado de la línea): ¿Señorita Andrea? (Pausa) Soy Guillermo, el del casino de New York.
Andrea (se sorprende): Qué sorpresa que me llame, señor. ¿A qué se debe?
Guillermo: El señor González apareció (Andrea se sorprende). Desde que los años que lo conocí como vecino, era un tipo mentiroso y quizás lo sigue siendo. Me aseguró que conoce a Johana, la niña que están buscando.
Andrea se queda muy sorprendida. Unos minutos más tarde, Andrés ingresa al despacho. La asistente se levanta de su puesto.
Andrés: ¿Qué me dijiste por celular? ¿De verdad mi prima está viva?
Andrea: Eso aseguró el señor González. Dijo que la conoce, pero el tipo del casino me advirtió que él es muy mentiroso. No podemos confiar del todo.
Andrés: Es muy raro que haya asegurado eso. ¿Está en Los Ángeles ahora mismo?
Andrea: Así es. Sólo que ya no se encuentra en el casino, pero puede llegar en cualquier momento.
Andrea: Tenemos que irnos para allá rápido (con seguridad).
INT. / PARQUE / CUATRO HORAS DESPUÉS
Son poco más de las tres de la tarde. Meche se encuentra sentada en el mismo parque de la noche pasada, cercano a la mansión. La muchacha habla para sí misma pero usa un tono de voz alto. Una mujer bastante obesa viene y se sienta, quedando muy extrañada al oír a Meche hablando sola. La muchacha está practicando lo que le dirá en el futuro a don Arturo cuando él se entere de todo.
Meche: De verdad lo siento, señor Arturo. Yo sólo quise salvarle su salud. No tuve ninguna mala intensión. De verdad que estoy arrepentida de haberlo engañado, pero en ese tiempo estuve desesperada, muy preocupada junto a Andrés por su mal estado. Lo lamento.
Señora: ¿Se siente bien? ¿Con quién está hablando? (Comienzo pasabocas dulces).
Meche (voltea a mirarla): Oh, disculpe. Estaba…
Señora: ¿No quiere que le ayude a buscar un doctor para enfermos mentales? Creo que hablar sola no es muy común… Además se estaba dirigiendo a alguien (mirando a Meche de manera chocante).
Meche (asqueada): ¿Pero quién se cree usted para catalogarme de loca? ¡Respete, vieja obesa metida! A la próxima, en vez de perder el tiempo oyendo conversaciones ajenas, mejor vaya a un gimnasio. Hay cientos en la ciudad.
Meche se levanta y se va con rapidez, dejando sin habla a la señora.
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, SALA / MINUTOS DESPUÉS
Meche entra a la sala y se sorprende al ver a Daniella allí. La muchacha se extraña. Don Arturo, Rosalía y Simoneto también están presentes.
Rosalía: Que mal que nos hayamos reunido sin estar Andrés presente (al ver a Meche). ¡Meche, siéntate!
Meche se dirige a un sofá y se sienta un tanto incómoda.
Daniella: Yo sólo vine a despedirme. Mañana viajaré a Australia. Tengo un torneo pendiente. De todos modos, vine pensando que Andrés no estaría. Me daría vergüenza toparme con él (sonríe).
Don Arturo: Daniella, en nombre de mi nieto, te pido disculpas por su actitud. Creo que cometió un error rompiendo contigo de tal manera. Todo salió en los periódicos.
Daniella: No se preocupe, don Arturo. Entiendo a Andrés. Quizás está enamorado de otra persona.
Don Arturo, Rosalía y Simoneto se miran entre sí. Meche tiene la mirada baja, pero disimuladamente, levanta la mirada de uno de los ojos y se da cuenta que Daniella la está observando sonriendo con malicia. Meche no logra entender la actitud de la tenista, pero decide seguir como si nada.
NEW YORK
INT. / CASA DE GLORIA Y GUILLERMO, SALA / DÍA
Andrés y Andrea se encuentran sentados en un sofá contrario al de Gloria y Guillermo.
Gloria: Así es, el señor González vino aquí y contó que le salvó la vida a Johana en aquel terremoto.
Andrés: ¿Y desconocen el lugar al que fue?
Guillermo: Sí. No ha aparecido desde esta mañana. Cometimos un error al no haberle pedido el número de contacto.
Gloria: Por cierto, su nombre en realidad es Gustavo y su hija se llama Mercedes. Ellos dos fueron nuestros vecinos y los de la pequeña Joana.
Andrés y Andrea quedan muy sorprendidos al saber que Meche está bastante relacionada con su prima perdida.
Andrea: Qué sorprendente para nosotros. No lo esperábamos.
Guillermo: Por cierto, pueden averiguar más en el hospital central de la Ciudad de México. Allá deben haber registros de hace veinte años. Es probable.
Andrés (pensativo): La verdad es que me gustaría, sólo que no puedo levantar sospechas en mi familia por tardarme tanto en llegar a la mansión.
Andrea: Andrés, un vuelo de aquí a la Ciudad de México tarda alrededor de cinco horas. De regreso a Miami, no tarda más de tres horas. Puedo hacerlo yo. No se preocupe (sonríe)
Andrés: Gracias, Andrea. Hazlo mañana. Hoy sólo habría tiempo para ir a México. Te tocaría quedarte en un hotel o llegar a Miami muy tarde.
Andrea: Prefiero hacerlo mañana temprano. Espero que no haya ningún problema.
Andrés le sonríe a su asistente indicando que no hay problema si ella viaja al día siguiente.
Andrés: Muchísimas gracias, señores. Si logran contactar a Gustavo, por favor infórmenle a Andrea (sonríe).
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, SALA / DÍA
Meche, Daniella, don Arturo, Rosalía y Simoneto continúan en la sala, distribuidos en varios sofás.
Daniella (a don Arturo): Don Arturo, si no hubieras encontrado a tu nieta, ¿qué habría pasado?
Don Arturo: De no haber encontrado a Meche, estaría muerto. La quiero muchísimo, es mi único apoyo en estos días en que Andrés me ha causado rabias.
Daniella (a Meche): Que bien por ti, Mercedes. Espero que siempre estés feliz al lado de tu abuelo. Ojalá nunca lo decepciones (sonríe).
Meche (incómoda): Eh… Iré a traerles un poco de té y fruta.
Meche se levanta del sofá y se dirige a la cocina. Unos minutos más tarde, Meche se encuentra quitándole la cáscara a una naranja con un cuchillo, estando sentada en la silla del comedor. De repente, Daniella entra a la cocina y se sienta al lado de Meche.
Daniella (siendo directa): Eres muy buena haciendo de nieta. Pareces profesional (Meche deja de cortar la cáscara). ¡Qué falsa!
Meche se queda muy sorprendida por la confesión de Daniella. Ésta se da cuenta por medio de los ruidos, que alguien está viniendo a la cocina.
Daniella: Debes de tener cuidado y seguir mintiendo como siempre (ríe). Cuidado, Rosalía nos está mirando.
Meche suelta la naranja muy nerviosa. En ese momento Rosalía ingresa a la cocina sonriente. Daniella sólo asustó a Meche haciéndole creer que Rosalía las estaba escuchando.
Rosalía: ¡Que bien que están platicando, muchachas! Yo vine a hacer la fruta. No te preocupes, Meche (sonríe). Quizás te cortas los dedos.
Daniella: (se levanta) Muéstrame tu habitación, Meche (sonríe).
Daniella se pone detrás de Meche y pone sus manos en los hombros de ella.
Daniella: Vamos, muéstrame tu cuarto. ¿O me dirás que no puedes?
Meche (nerviosa): Sí… Vamos.
Meche también se levanta y se va con Daniella. Rosalía se extraña por lo bien que parecen llevarse Meche y Daniella. Un par de minutos después, ellas dos llegan a la habitación de Mercedes.
Meche (preocupada): No es momento de esto, Daniella. Por favor, sigue guardando el secreto.
Daniella sonríe irónica y alcanza a ver en la mesita de noche, la copa de cristal que Andrés le regaló a Meche. La chocante tenista se dirige a ella y toma la copa, expresando sorpresa.
Daniella: Estoy segura que esto es un detalle de Andrés. ¿Verdad?
Meche: Éste no es el momento adecuado, Daniella.
Daniella (acercándose a Meche): Yo puedo guardar el secreto de ustedes, pero a cambio… Quiero que sufras por culpa de tus mentiras (después de una breve pausa). Si él no me quiere a mí, tampoco te querrá a ti.
Daniella deja caer la bola de cristal, quebrándola por completo. La muchacha sale con rapidez de la habitación. Meche se arrodilla al piso tratando de contener las lágrimas y manteniendo la mirada en la quebrada bola de cristal.
INT. / BEACH GLOOK, RECEPCIÓN / AL DÍA SIGUIENTE
Gustavo está caminando por la recepción del hotel, con una revista, la cual tiene información de Andrés.
Gustavo: (sonríe) Vaya, vaya… Meche en una familia de éstas. Me pregunto qué estará planeando. No creo que esté detrás de Andrés del León, porque en esta revista hay una foto de la tenista Daniella Sandoval, entonces él tiene novia (ríe). ¿Será mi hija una caza fortunas?
Gustavo baja la revista y sonríe, sorprendiéndose de inmediato al ver frente a él a Daniella con un mayordomo.
Gustavo (acercándose): ¡Oh, pero si es Daniella Sandoval, la novia del director de éste hotel!
Mayordomo (deteniendo a Gustavo): Por favor retírese (ve que Gustavo sigue de insistente en acercarse a Daniella). ¡Retírese, señor!
Daniella: No quiero hablar con nadie, señor. Por favor…
Gustavo: ¿Está segura? Digo… Siendo usted novia de Andrés, conoce a Arturo del León. ¿No le gustaría saber a cerca de la nieta perdida de él?
Daniella mira sorprendida a Gustavo. Éste sonríe.
INT. / BEACH GLOOK, HABITACIÓN DE DANIELLA / MINUTOS DESPUÉS
Gustavo se sienta en un sofá mirando fascinado la amplia habitación, tipo departamento. Daniella se sienta en otro sofá y deja un café en una mesa de vidrio. Daniella por seguirle la corriente a Gustavo, no le ha confesado que Andrés y ella rompieron.
Daniella: Andrés está de viaje de negocios. Vamos a casarnos, así que encontrar a su prima perdida es muy importante para mí también.
Gustavo: ¡Claro! Normalmente o hay secretos entre las parejas.
Daniella: Así es. Y dígame… ¿La nieta de don Arturo está viva? ¿Qué piensa contarme?
Gustavo (interesado): Bueno, mi petición es… ¿Cómo le explico? (Sonríe) Si mi información es fiable, mi recompensa…
Daniella: ¡Su recompensa será muy buena, se lo garantizo!
Gustavo: Bueno, entonces comenzaré… (Sonríe) Soledad, la madre de Johana, la pequeña desaparecida, no tenía pinta de ser rica. Me sorprende enterarme que era la hija de don Arturo, pues Soledad no debió haber estado viviendo en el vecindario en el que estábamos, el cual era un poco humilde.
Daniella (sorprendida): ¿Entonces ustedes fueron vecinos?
Gustavo: Exactamente… Johana está viva (Daniella se sorprende).
En ese momento, se comienzan a intercalar escenas de color sepia. Gustavo le cuenta todo a Daniella.
FLASHBACK, 1995
EXT. / CARRETERA DE LA CIUDAD / DÍA
Hay varias ambulancias llegando a una carretera de la ciudad que está taponada de escombros. Esa carretera se vincula con el vecindario donde vivía Gustavo.
Gustavo (narrando): Después del terremoto, la ciudad quedó muy destruida…
Se enfoca a Gustavo caminando muy confundida y llevando de la mano a una niña pequeña, de unos seis años. Es Meche, quien sostiene un peluche.
Gustavo (narrando): Afortunadamente, mi hija y yo nos habíamos mudado hace poco, pero ese día vinimos a visitar a Soledad, pues éramos buenos amigos. ¡Qué desgracia! Venir de visita el día del terremoto.
Meche le señala a Gustavo una niña que está atrapada en los escombros. Es Johana, quien se encuentra inconsciente. Gustavo llega corriendo hacia Johana y le quita de encima una columna y algunos ladrillos. Meche se queda muy preocupada al creer que su amiga de infancia está muerta.
Gustavo (narrando): Al ver a Johana de esa manera, la rescaté y la llevé al hospital de la ciudad.
En una escena diferente, se ve como Gustavo carga en sus brazos a Johana, sentándola en una mesa y llamando a una enfermera desesperado. La enfermera se queda muy angustiada y trata de reanimar a la niña.
Gustavo (narrando): Johana estaba muy mal… Sin embargo, los doctores pudieron salvarla. Tuvo varias fracturas en sus piernas.
FIN DEL FLASHBACK
Daniella se queda muy sorprendida por lo que Gustavo le cuenta.
CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO
INT. / HOSPITAL DE LA CIUDAD, OFICINA / DÍA
Andrea está conversando con una enfermera de casi sesenta años.
Enfermera (nostálgica): ¡Por supuesto! Yo llevo media vida en este hospital. Yo atendí a los niños heridos de ese terremoto de hace veinte años. Fue una numerosa cantidad.
Andrea: Pero había una niña llamada Johana, que tenía cinco añitos… Ella vino acompañada de un tipo, llamado Gustavo González.
Enfermera (indecisa): Creo que sí la recuerdo… Si es la que niña que recuerdo, le aseguro que su recuperación fue muy rápida. Tuvo varias fracturas.
Andrea: Y el tipo que la trajo, ¿se la volvió a llevar?
Enfermera (asintiendo): Exacto, señorita. Él se la llevó. Por cierto, no fue el único que vino… Trajo a otra niña, pero ella sí tenía más edad. Le ganaba como por uno o dos años.
Andrea: (sonríe) Muchas gracias, señora. De verdad su información es fundamental para mí.
MIAMI
INT. / RESTAURANTE DE LA CIUDAD / DÍA
Meche y Julián están frente a frente. Ella lo mira con seriedad.
Julián (sorprendido): ¿Entonces Daniella lo sabe todo?
Meche: Así es… No sé qué hacer. Temo a que don Arturo se entere de todo.
Julián: Discúlpame, pero ustedes se están arriesgando mucho. Ella no tarda en contarle la verdad a mi abuelo. Lo que quiere es que te alejes de Andrés y sólo así te dejará en paz.
Meche (suspira): Pero eso quizás sería un golpe duro para Andrés. Y tampoco quiero alejarme de él.
Julián: Aún puedes aceptarme, Meche. Podemos huir juntos… O simplemente hacer un viaje. Le diremos a mi abuelo que es un viaje entre amigos. A él le va a gustar.
Meche: Si hiciéramos eso, yo no sería capaz de decirle a Andrés que me iré de su lado para que podamos estar bien.
Julián: No te preocupes, yo puedo decirle por ti. Lo malo es que él es muy terco. No te dejará ir al menos que seas tú quien se lo diga.
Meche se queda muy pensativa y en ese momento su celular comienza a sonar. La muchacha contesta.
Meche: ¿Hola? (Se levanta y le da la espalda a Julián)
Andrés (en el otro lado de la línea): ¿No me estás extrañando? (Meche se sorprende). Yo sí…
Meche (sonríe): Cada vez te estás volviendo más descarado conmigo. ¿Cómo puedes insinuarte así?
Andrés: ¿Olvidas que nosotros…? Eh, bueno… Ya sabes, tenemos ese tipo de relación.
Meche (avergonzada): No lo repitas, me haces poner verde. Y no preguntes por qué ese color. Ya sabes que soy rara.
Andrés: (ríe) Lo sé. He estado un poco ocupado. Estoy esperando a mi secretaria… Quiero hablar contigo.
Meche: (nublándosele los ojos) Yo también quiero hablar contigo. Te espero hoy, a las siete de la noche en el segundo restaurante de Beach Glook.
Andrés: Está bien. Te veré allá.
INT. / BEACH GLOOK, OFICINA DE ANDRÉS / HORAS DESPUÉS
Ya se está anocheciendo en la ciudad. Andrés está mirando algo en su laptop. En ese momento Daniella entra a la oficina. Andrés la mira con seriedad.
Daniella: Ésta es la última oportunidad que voy a darte. Vuelve conmigo…
Andrés (se levanta): ¿Quieres obligarme a que te ame?
Daniella: ¡Dime la razón por la que no quieres estar conmigo! ¿Es así se insignificante el motivo? (Hablando indirectamente de Meche)
Andrés (molesto): ¡El motivo no es insignificante!
Daniella: ¿Qué tiene Meche? (Andrés se sorprende). ¡No paro de pensar en ti! ¿Te parece eso justo? ¡Respóndeme! (Molesta) ¿Te volviste loco para andar con una chica como Mercedes?
Andrés (serio): Sí, estoy loco y no pienso cambiar lo que estoy viviendo.
Daniella (furiosa): ¡Se van a arrepentir de esto! ¡Ahora sí se los juro! Les aseguro que no podrán seguir viviendo en ese mundo de mentiras y locuras.
Daniella mira fulminante a Andrés y se marcha de allí. Andrés suspira.
INT. / BEACH GLOOK, SEGUNDO RESTAURANTE / NOCHE
Julián llega corriendo al segundo restaurante de Beach Glook, el cual está en una planta alta y tiene un ventanal por el cual se observa la ciudad. Julián se acerca a una de las mesas, en donde encuentra a Meche llorando desconsolada.
Meche (llorando): No puedo hacerlo… ¡No podré ser capaz de dejarlo! ¡Dile tú que me iré de su lado! Yo no podré soportar al decírselo…
Julián: (suspira) Está bien. Ni tú ni yo tenemos que decírselo a Andrés (Meche se extraña). Deja las cosas así. Espero que sean felices.
Julián niega con la cabeza y se va del restaurante, dejando a Meche pensativa. Unos minutos después, Andrés ingresa al restaurante y logra ver a Meche, yendo corriendo hacia ella. El director del hotel se da cuenta que Meche estuvo llorando.
Andrés: ¿Te hice daño de nuevo?
Meche: No… Pero creo que seré castigada por todas las mentiras que he dicho. Temo a que descubran nuestro engaño. Además… No veo la manera en la que enfrentaremos a don Arturo. Él está muy ilusionado por tener a su nieta viva. Nosotros tendremos que seguir siendo primos.
Andrés: Mi prima verdadera está viva (Meche se sorprende). Ya recibí noticias de ella. Johana está viva.
Meche (llevándose la mano a la boca): Oh… ¡Gracias Dios!
Meche llora una vez más. Andrés se acerca y pone su mano derecha en el hombro izquierdo de Meche, tratando de consolarla.
EXT. / BEACH GLOOK / MINUTOS DESPUÉS
Meche y Andrés están caminando por el exterior del hotel, por un parque de juegos. En el cielo se ve como estallan juegos pirotécnicos.
Gustavo: (sonríe) Vaya, vaya… Meche en una familia de éstas. Me pregunto qué estará planeando. No creo que esté detrás de Andrés del León, porque en esta revista hay una foto de la tenista Daniella Sandoval, entonces él tiene novia (ríe). ¿Será mi hija una caza fortunas?
Gustavo baja la revista y sonríe, sorprendiéndose de inmediato al ver frente a él a Daniella con un mayordomo.
Gustavo (acercándose): ¡Oh, pero si es Daniella Sandoval, la novia del director de éste hotel!
Mayordomo (deteniendo a Gustavo): Por favor retírese (ve que Gustavo sigue de insistente en acercarse a Daniella). ¡Retírese, señor!
Daniella: No quiero hablar con nadie, señor. Por favor…
Gustavo: ¿Está segura? Digo… Siendo usted novia de Andrés, conoce a Arturo del León. ¿No le gustaría saber a cerca de la nieta perdida de él?
Daniella mira sorprendida a Gustavo. Éste sonríe.
INT. / BEACH GLOOK, HABITACIÓN DE DANIELLA / MINUTOS DESPUÉS
Gustavo se sienta en un sofá mirando fascinado la amplia habitación, tipo departamento. Daniella se sienta en otro sofá y deja un café en una mesa de vidrio. Daniella por seguirle la corriente a Gustavo, no le ha confesado que Andrés y ella rompieron.
Daniella: Andrés está de viaje de negocios. Vamos a casarnos, así que encontrar a su prima perdida es muy importante para mí también.
Gustavo: ¡Claro! Normalmente o hay secretos entre las parejas.
Daniella: Así es. Y dígame… ¿La nieta de don Arturo está viva? ¿Qué piensa contarme?
Gustavo (interesado): Bueno, mi petición es… ¿Cómo le explico? (Sonríe) Si mi información es fiable, mi recompensa…
Daniella: ¡Su recompensa será muy buena, se lo garantizo!
Gustavo: Bueno, entonces comenzaré… (Sonríe) Soledad, la madre de Johana, la pequeña desaparecida, no tenía pinta de ser rica. Me sorprende enterarme que era la hija de don Arturo, pues Soledad no debió haber estado viviendo en el vecindario en el que estábamos, el cual era un poco humilde.
Daniella (sorprendida): ¿Entonces ustedes fueron vecinos?
Gustavo: Exactamente… Johana está viva (Daniella se sorprende).
En ese momento, se comienzan a intercalar escenas de color sepia. Gustavo le cuenta todo a Daniella.
FLASHBACK, 1995
EXT. / CARRETERA DE LA CIUDAD / DÍA
Hay varias ambulancias llegando a una carretera de la ciudad que está taponada de escombros. Esa carretera se vincula con el vecindario donde vivía Gustavo.
Gustavo (narrando): Después del terremoto, la ciudad quedó muy destruida…
Se enfoca a Gustavo caminando muy confundida y llevando de la mano a una niña pequeña, de unos seis años. Es Meche, quien sostiene un peluche.
Gustavo (narrando): Afortunadamente, mi hija y yo nos habíamos mudado hace poco, pero ese día vinimos a visitar a Soledad, pues éramos buenos amigos. ¡Qué desgracia! Venir de visita el día del terremoto.
Meche le señala a Gustavo una niña que está atrapada en los escombros. Es Johana, quien se encuentra inconsciente. Gustavo llega corriendo hacia Johana y le quita de encima una columna y algunos ladrillos. Meche se queda muy preocupada al creer que su amiga de infancia está muerta.
Gustavo (narrando): Al ver a Johana de esa manera, la rescaté y la llevé al hospital de la ciudad.
En una escena diferente, se ve como Gustavo carga en sus brazos a Johana, sentándola en una mesa y llamando a una enfermera desesperado. La enfermera se queda muy angustiada y trata de reanimar a la niña.
Gustavo (narrando): Johana estaba muy mal… Sin embargo, los doctores pudieron salvarla. Tuvo varias fracturas en sus piernas.
FIN DEL FLASHBACK
Daniella se queda muy sorprendida por lo que Gustavo le cuenta.
CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO
INT. / HOSPITAL DE LA CIUDAD, OFICINA / DÍA
Andrea está conversando con una enfermera de casi sesenta años.
Enfermera (nostálgica): ¡Por supuesto! Yo llevo media vida en este hospital. Yo atendí a los niños heridos de ese terremoto de hace veinte años. Fue una numerosa cantidad.
Andrea: Pero había una niña llamada Johana, que tenía cinco añitos… Ella vino acompañada de un tipo, llamado Gustavo González.
Enfermera (indecisa): Creo que sí la recuerdo… Si es la que niña que recuerdo, le aseguro que su recuperación fue muy rápida. Tuvo varias fracturas.
Andrea: Y el tipo que la trajo, ¿se la volvió a llevar?
Enfermera (asintiendo): Exacto, señorita. Él se la llevó. Por cierto, no fue el único que vino… Trajo a otra niña, pero ella sí tenía más edad. Le ganaba como por uno o dos años.
Andrea: (sonríe) Muchas gracias, señora. De verdad su información es fundamental para mí.
MIAMI
INT. / RESTAURANTE DE LA CIUDAD / DÍA
Meche y Julián están frente a frente. Ella lo mira con seriedad.
Julián (sorprendido): ¿Entonces Daniella lo sabe todo?
Meche: Así es… No sé qué hacer. Temo a que don Arturo se entere de todo.
Julián: Discúlpame, pero ustedes se están arriesgando mucho. Ella no tarda en contarle la verdad a mi abuelo. Lo que quiere es que te alejes de Andrés y sólo así te dejará en paz.
Meche (suspira): Pero eso quizás sería un golpe duro para Andrés. Y tampoco quiero alejarme de él.
Julián: Aún puedes aceptarme, Meche. Podemos huir juntos… O simplemente hacer un viaje. Le diremos a mi abuelo que es un viaje entre amigos. A él le va a gustar.
Meche: Si hiciéramos eso, yo no sería capaz de decirle a Andrés que me iré de su lado para que podamos estar bien.
Julián: No te preocupes, yo puedo decirle por ti. Lo malo es que él es muy terco. No te dejará ir al menos que seas tú quien se lo diga.
Meche se queda muy pensativa y en ese momento su celular comienza a sonar. La muchacha contesta.
Meche: ¿Hola? (Se levanta y le da la espalda a Julián)
Andrés (en el otro lado de la línea): ¿No me estás extrañando? (Meche se sorprende). Yo sí…
Meche (sonríe): Cada vez te estás volviendo más descarado conmigo. ¿Cómo puedes insinuarte así?
Andrés: ¿Olvidas que nosotros…? Eh, bueno… Ya sabes, tenemos ese tipo de relación.
Meche (avergonzada): No lo repitas, me haces poner verde. Y no preguntes por qué ese color. Ya sabes que soy rara.
Andrés: (ríe) Lo sé. He estado un poco ocupado. Estoy esperando a mi secretaria… Quiero hablar contigo.
Meche: (nublándosele los ojos) Yo también quiero hablar contigo. Te espero hoy, a las siete de la noche en el segundo restaurante de Beach Glook.
Andrés: Está bien. Te veré allá.
INT. / BEACH GLOOK, OFICINA DE ANDRÉS / HORAS DESPUÉS
Ya se está anocheciendo en la ciudad. Andrés está mirando algo en su laptop. En ese momento Daniella entra a la oficina. Andrés la mira con seriedad.
Daniella: Ésta es la última oportunidad que voy a darte. Vuelve conmigo…
Andrés (se levanta): ¿Quieres obligarme a que te ame?
Daniella: ¡Dime la razón por la que no quieres estar conmigo! ¿Es así se insignificante el motivo? (Hablando indirectamente de Meche)
Andrés (molesto): ¡El motivo no es insignificante!
Daniella: ¿Qué tiene Meche? (Andrés se sorprende). ¡No paro de pensar en ti! ¿Te parece eso justo? ¡Respóndeme! (Molesta) ¿Te volviste loco para andar con una chica como Mercedes?
Andrés (serio): Sí, estoy loco y no pienso cambiar lo que estoy viviendo.
Daniella (furiosa): ¡Se van a arrepentir de esto! ¡Ahora sí se los juro! Les aseguro que no podrán seguir viviendo en ese mundo de mentiras y locuras.
Daniella mira fulminante a Andrés y se marcha de allí. Andrés suspira.
INT. / BEACH GLOOK, SEGUNDO RESTAURANTE / NOCHE
Julián llega corriendo al segundo restaurante de Beach Glook, el cual está en una planta alta y tiene un ventanal por el cual se observa la ciudad. Julián se acerca a una de las mesas, en donde encuentra a Meche llorando desconsolada.
Meche (llorando): No puedo hacerlo… ¡No podré ser capaz de dejarlo! ¡Dile tú que me iré de su lado! Yo no podré soportar al decírselo…
Julián: (suspira) Está bien. Ni tú ni yo tenemos que decírselo a Andrés (Meche se extraña). Deja las cosas así. Espero que sean felices.
Julián niega con la cabeza y se va del restaurante, dejando a Meche pensativa. Unos minutos después, Andrés ingresa al restaurante y logra ver a Meche, yendo corriendo hacia ella. El director del hotel se da cuenta que Meche estuvo llorando.
Andrés: ¿Te hice daño de nuevo?
Meche: No… Pero creo que seré castigada por todas las mentiras que he dicho. Temo a que descubran nuestro engaño. Además… No veo la manera en la que enfrentaremos a don Arturo. Él está muy ilusionado por tener a su nieta viva. Nosotros tendremos que seguir siendo primos.
Andrés: Mi prima verdadera está viva (Meche se sorprende). Ya recibí noticias de ella. Johana está viva.
Meche (llevándose la mano a la boca): Oh… ¡Gracias Dios!
Meche llora una vez más. Andrés se acerca y pone su mano derecha en el hombro izquierdo de Meche, tratando de consolarla.
EXT. / BEACH GLOOK / MINUTOS DESPUÉS
Meche y Andrés están caminando por el exterior del hotel, por un parque de juegos. En el cielo se ve como estallan juegos pirotécnicos.
Meche: (sonríe con ilusión) Parece que las cosas se están solucionando. Será menos golpe para don Arturo enterare que yo aparenté ser su nieta por su salud, pero que de todos modos, la nieta real está viva.
Andrés: Así es (sonríe). Todo se va solucionando. Hoy fue un buen día. Mira que hasta están tirando juegos pirotécnicos.
Meche: Tienes razón… ¿Qué se celebrará hoy?
Andrés le hace una seña a Meche con el dedo índice, indicándole que se acerque. Ella se acerca y Andrés le da un simple beso en la frente.
Andrés (ríe): ¿Decepcionada?
Meche: Sí… (Reaccionada) ¡Eh, no, yo…!
Andrés interrumpe a Meche y justo en ese momento le da un tierno pero apasionado beso en la boca. Meche le corresponde.
Andrés (separándose de ella): Te amo…
Andrés vuelve a besar a Meche. Ambos se funden en un apasionado beso lleno de amor. La cámara se aleja y se ve como en el cielo se explotan los juegos pirotécnicos. La escena se ve increíble.
CONTINUARÁ…