Meche cae al suelo, fingiendo estar muy mal.
Meche: Vete si quieres. Yo me haré cargo de nuestro bebé (llorando desgarrada). ¡Lárgate, mal marido! ¡Vete! (Se levanta y se empieza a ir).
Unos minutos más tarde, Andrés ya se encuentra sentado en uno de los puestos del avión. La mayoría de las personas lo están mirando con una expresión seria en el rostro. Andrés mira a una anciana y ella también se queda observándolo.
Anciana: (a Andrés) Eres un descarado. Abandonaste a tu esposa, ¿podrás vivir con la culpa? (Andrés voltea la mirada muy avergonzado)
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, CUARTO DE SERVICIO / HORAS MÁS TARDE
Desgracias se encuentra hablando por celular con alguien. La mujer derrama un par de lágrimas y se ve bastante angustiada.
Desgracias: (hablando por el móvil) ¿No saben todavía nada de mi hija? (Pausa) Está bien comandante, muchas gracias (cuelga).
Desgracias cuelga y justo antes de salir de su cuarto, Rosalía le toca la puerta. La empleada abre.
Rosalía: Desgracias, ¿podrías por favor ir a la farmacia? (Se da cuenta que ha llorado) ¿Te pasó una desgracia?
Desgracias: ¡Peor que eso, señora Rosalía! (Limpiándose las lágrimas) Aún no han encontrado a mi pobre hija. Ya son muchos años desde que no la veo. ¿Dónde estará?
Rosalía: Lo siento mucho, mujer. Ya me habías hablado de ese problema, espero que la puedan encontrar. Pero como van las cosas, no hay muchas esperanzas.
Desgracias: Lo sé señora, pero yo aún tengo fe. Mejor dígame qué quiere que le compre, ahora que me mencionó la farmacia.
NEW YORK
INT. / CASA DESCONOCIDA, SALA / DÍA
Andrés está acompañado de Andrea, platicando con una mujer. Los dos toman café, sentados en los sofás de la sala. La mujer de unos cincuenta años tiene una foto en las manos y derrama algunas lágrimas. En la foto se va estampada una adolescente.
Mujer: Así es, yo viví en Ciudad de México, y supe lo del terremoto (acariciando la foto). Años después, fue que me vine a vivir aquí, en Estados Unidos. Ese terremoto afectó a muchísimas personas, veo que también a ti (hablándole a Andrés). Aún guardo la esperanza de que mi hija esté viva, pero llevo muchos años buscándola y no he podido encontrarla.
Andrés: Entonces usted está en mi misma situación, buscando a un pariente perdido en ese terremoto.
Mujer: Les prometo que si los detectives encuentran a mi hija, se los haré saber y de esa forma, habrá más esperanzas de que su prima esté viva. Y es que es tan poca la gente la que estuvo en ésa época del terremoto de la Ciudad de México y que ahora esté viviendo en Estados Unidos. Entre esas pocas personas, uno de los que también se fue de México, fue éste hombre…
La mujer deja la foto de su hija encima de una mesa y luego coge otra, en la cual se ve una gran cantidad de personas. La cámara se empieza a acercar lentamente el rostro de un hombre, un tipo muy parecido a Gustavo, el padre de Meche.
INT. / AEROPUERTO DE MIAMI / DÍA
Gustavo está hablando por teléfono con Meche, en el aeropuerto de Miami. El hombre tiene en manos un tiquete.
Gustavo: Sí hija, ya compré el boleto de avión. Ya mismo me iré a subir al avión, llamé para pedirte que te cuides mucho y que perdones mis errores.
INT. / HOTEL DE MIAMI / DÍA
En el otro lado de la línea, se encuentra Meche, hablando por celular con su padre en el hotel en el que se está quedando.
Meche: Está bien, papá. No te preocupes, lo importante es que te cuides (Pausa) Muy bien, adiós (cuelga).
La muchacha cuelga el celular y empieza a caminar hacia el frente, topándose con uno de los tipos que la viene siguiendo.
Hombre: ¿Pensaste que te escaparías de nosotros? ¡No, muchacha! Ven con nosotros.
El hombre la toma con fuerza y aunque Mercedes trata de soltarse, le es imposible y más ahora que otros dos tipos vienen y la llevan a la fuerza. Meche se pone muy nerviosa, tanto que deja caer el celular al suelo.
NEW YORK
INT. / CAFETERÍA / DOS HORAS DESPUÉS
Andrés y su asistente personal se encuentran en una cafetería de la ciudad. Él se ve un tanto desanimado.
Andrés: Ha sido tan difícil encontrar a mi prima perdida. ¿Dónde podrá estar en caso de que esté viva?
Andrea: ¿Te estás dando por vencido? (Bebe café)
Andrés: Si la dejo a un lado, es como hacer lo mismo con mi abuelo. No puedo hacer eso. Me gustaría que mi abuelo viese por última vez a esa muchacha, así no fuera la real.
Andrés se queda muy pensativo ante esas últimas palabras que mencionó.
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN, HABITACIÓN DE DON ARTURO / TARDE
Don Arturo se encuentra recostado en su cama, tosiendo con frecuencia. Junto a él, está su hija Rosalía, tratando de darle comida a su padre.
Rosalía (preocupada): Por favor papá, debes de comer más. Sino lo haces, no tendrás fuerza para seguir manteniendo la esperanza de que tu nieta está cerca de aquí.
Don Arturo: (hablando con dificultad) Ya no hay mucho que hacer, Rosalía. Andrés lleva mucho tiempo buscándola y aún no ha dado resultados.
Rosalía: Ya verás que sí la va a encontrar. Sólo hay que esperar unos días más.
Con lentitud, la cámara enfoca una foto enmarcada que está encima de una mesita de noche. Allí está la nieta perdida de don Arturo.
INT. / BODEGA ABANDONADA / DÍA
Son poco más de las cuatro de la tarde en Miami. En una bodega abandonada, se encuentra un tipo vestido de negro. En eso, la puerta del local se abre y entran tres tipos más, llevando a Meche forzadamente. Luego la sientan en una silla. Ella se ve con el cabello despelucado y hace mal gesto en su rostro. Uno de los tipos le quita el pequeño bolso que la muchacha trae y se lo entrega a su patrón.
Meche (molesta): ¿Qué hacen? ¡No tengo dinero!
El patrón de los demás tipos abre el bolso de Meche y ve unos cuantos billetes, también la tarjeta de contacto de Andrés, la cual es dorada. Otro de los hombres se acerca él.
Tipo 2: ¡Miren! Andrés del León, director del hotel Beach Glook.
Tipo 1: Debe tener mucho dinero, ¿no es así muchacha? (Se acerca más a Meche) ¿Qué tienes tú que ver con él?
Meche: Eh… Pues él y yo… Bueno, ustedes entenderán. Él pronto me va a entregar un dinero, con eso les pagaré la deuda. Se los prometo. De hecho, Andrés del León se encuentra en un viaje de negocios. Deberíamos ir al aeropuerto, estoy segura que debe estar por venir.
Tipo 1 (pensativo): Muy bien, iremos al tal aeropuerto tú, uno de mis hombres y yo (Meche se para de la silla). Pero no te vamos a dejar ir, así que mucho cuidado.
INT. / AEROPUERTO DE MIAMI / MÁS TARDE
No falta mucho para que se anochezca. Meche se encuentra acompañada de dos tipos en el aeropuerto de Miami, esperando a Andrés. Pocos segundos después, se ve como él va saliendo del aeropuerto acompañado de Andrea.
Meche: ¡Está por allá! Iré por él, no se preocupen.
Meche camina a pasos rápidos y se dirige a Andrés. Los dos tipos también se acercan y se esconden para no ser vistos por Andrés.
Meche: ¡Director Andrés del León! (Cabizbaja) Quería pedirte disculpas por lo que pasó hace unas horas, espero que lo del bebé no te haya afectado tanto… Estaba muy preocupada por el dinero.
Andrés (serio): Si de verdad estás arrepentida de lo que hiciste, te pido que no me sigas buscando.
Andrés sigue caminando con su asistente personal. Los dos hombres van hacia Meche extrañados.
Tipo 1 (curioso): ¿Los dos tienen un bebé?
Meche: (mintiendo) Así es, la relación mía con Andrés no ha sido la mejor. Esperen aquí, por favor.
Meche sale corriendo y se dirige nuevamente hacia Andrés, impidiendo que éste se suba a su auto. Los tipos se quedan observándola de lejos.
Meche: ¡Por favor, señor del León! No quedaré satisfecha hasta que me diga que me disculpa. Estoy muy avergonzada
Andrés: Siendo ese el caso, espero que la situación no se vuelva a repetir.
Andrés se sube a su auto junto con Andrea. Meche se arrodilla al piso cuando ve que el vehículo arranca. Los hombres se acercan a la muchacha muy curiosos.
Tipo 1 (extrañado): ¿Qué pasó? ¿Y el dinero?
Meche: Se acabó nuestra relación. Me ha tratado como una miserable limosnera. No quiere responder por mi hijo ni darme dinero (fingiendo estar muy desanimada).
Tipo 2 (conmovido): Qué lástima, puedo comprender cómo te sientes.
Meche: Gracias señor. Estoy tan cansada, no sé cómo iré a pagar esa deuda con ustedes.
Tipo 1: No te preocupes, nosotros le reclamaremos personalmente a ese muchacho para que suelte el dinero. Lo que nos importa es el dinero que nos debe tu padre.
INT. / HOTEL BEACH GLOOK / MÁS TARDE
Andrés y Andrea se encuentran entrando al hotel Beach Glook. Los dos se dirigen hacia el estudio.
Andrea: Esa chica que estuvo en el aeropuerto, tiene un parecido asombroso a tu prima perdida. ¿No lo habías notado?
Andrés se queda pensativo ante eso y recuerda en un rápido y veloz flashback, los momentos en los que se ha topado con Meche.
Andrea: Me acordé de lo que dijiste hace poco, de que te gustaría que el señor Arturo viera a su nieta así fuera falsa.
Andrés: Lo dije porque pensé que ya me estaba rindiendo, pero…
Andrea: Lo sé director, pero en el último caso, creo que lo mejor sería llevar a alguien que al menos se pareciese. A Don Arturo no le queda mucho tiempo de vida.
Andrés suspira, se adentra al estudio del hotel y acto seguido, cierra la puerta. Andrés se dirige al escritorio y se repente, entra una llamada.
Andrés: (contestando) ¿Sí, quién habla a ésta hora? Lo siento, pero el servicio…
Tipo 1: (en el otro lado de la línea) No se preocupe, señor director… Hablamos unos prestamistas del padre de su amante. Resulta que él nos debe mucho dinero y a usted le corresponde pagarlo.
Andrés (extrañado): ¿Amante? ¿De quién está hablando?
Tipo 1: No sé cómo se llama la muchacha, pero sé que tiene el apellido de González.
Andrés: La señorita Mercedes y yo no tenemos ninguna relación, sólo la he contactado para guía turística de unos clientes, nada más. Colgaré ya…
Tipo 1: Espero que me esté diciendo la verdad, sino… Volveré a ponerme en contacto con usted (Andrés y él cuelgan al mismo tiempo).
Andrés: Esa muchacha sigue siendo la misma de siempre. Siempre está engañando a las personas y caen en su trampa.
Andrés sonríe por luego se queda por unos segundos muy serio, recordando las palabras de su asistente personal, sobre que Meche tiene un parecido muy grande a su prima perdida.
Andrés: De hecho, es cierto lo que me dijo Andrea, se parecen mucho… Pero es imposible que sea ella.
Andrés toma el teléfono de la oficina y comienza a marcar un número.
Andrés: Andrea, por favor averigua el lugar en el que se encuentra la señorita Mercedes González. Necesito encontrarme con ella.
INT. / PELUQUERÍA / NOCHE
Una muchacha tiene el equipo de sonido a todo volumen, cantando muy entretenida y barriendo con una escoba, el cabello que extrajo de la última persona que vino a la peluquería. De repente, entra Meche por el lugar. Carolina al verla, apaga el equipo de sonido, deja de barrer y se dirige a abrazar a su amiga. Unos minutos más tarde, las dos se encuentran platicando en la habitación de la casa de Carolina.
Meche: Hace mucho tiempo no comía tranquila, gracias amiga por tu aceptación.
Carolina: Estoy feliz de tenerte de visita aquí, Meche.
Meche: Bueno, pues ahora estoy tomando el trabajo de forma más seria. Me urge uno… Pues mi padre tiene problemas con unos prestamistas. Logré despistarlos un poco, pero no será suficiente.
Carolina: Dudo que te ayuden en uno. Aunque hay una cafetería cerca, creo que tienen un puesto vacante temporal. Deberías ir a ver qué te dicen.
INT. / MANSIÓN DEL LEÓN / NOCHE
Una situación llena de tensión se está presentando en la mansión del León. Una camilla se lleva a don Arturo, quien está inconsciente. Rosalía se encuentra presenta y tiene un rostro de gran preocupación.
Más tarde, se ve como Andrés entra corriendo al hospital de Miami, muy agitado y a la vez angustiado. El muchacho mira desorientado para todas partes.
Unos minutos después, Andrés entra a la habitación en la que don Arturo está internado. El anciano se encuentra conectado a un tanque de oxígeno y respira agitadamente. Andrés se acerca a él muy preocupado.
Don Arturo: No quiero morirme sin ver por última vez a mi nieta, por favor Andrés tráela aquí… (Tosiendo severamente)
Andrés suspira y mira a su abuelo angustiado sin saber qué hacer.
INT. / CAFETERÍA / MEDIA HORA MÁS TARDE
Meche se encuentra sirviendo cafés en una cafetería. Anda muy agitada ya que tiene muchas peticiones. Tal parece que logró conseguir un trabajo temporal.
Cliente: ¡Tráigame un café, sirvienta! (Toma asiento en una silla)
Meche va por un café con mal gesto en su rostro.
Meche (hablando en voz baja): ¿Sirvienta? ¿Acaso quiere te la mate?
Meche termina de coger la taza de café y luego se la entrega a la cliente con una sonrisa hipócrita, las que acostumbra a hacer. Un borracho entra a la cafetería y al ver a Meche, le pega un nalgazo muy coqueto. Meche se sorprende quedando completamente enojada.
Meche: ¿Pero qué se cree usted, pedazo de animal? ¿Con qué derecho viene a la cafetería a faltarme al respeto? (Las personas empiezan a mirar curiosas)
Borracho: (después de una breve pausa) ¡Linda! (Riendo)
Meche (molesta): Por lo visto llegó tarde a la repartición de cerebros, no entiende que…
Y justo en ese momento, Andrés entra por la puerta de la cafetería. Meche se queda muy extrañada. El director del hotel logró encontrarla después de que su asistente estuvo averiguando por ella.
Andrés: ¿Podemos hablar, Mercedes González?
Meche (desconcertada): ¿Tú y yo?
Unos minutos más tarde, Meche y Andrés se encuentran platicando, no muy lejos de la cafetería.
Andrés: Suéltate el cabello.
Andrés le quita a Meche la hebilla que traía puesta en el cabello y luego comienza a girar en torno a ella, mirándola muy bien.
Andrés: Te pareces demasiado…
Meche: ¿Qué quieres hacer? (Cubriéndose a ella misma muy asustada)
Andrés (serio): Mercedes, quiero que me ayudes con un problema familiar, no perderás mucho, te pagaré muy bien. Ayúdame con tu talento.
Meche (extrañada): ¿Talento? ¿A qué te refieres?
Andrés: A mentir. Sabes muy bien engañar a las personas. Te pido, que te hagas pasar por mi prima perdida (Meche abre los ojos como platos) Mi abuelo está a punto de morir y quiere ver a la nieta que desapareció en un terremoto de hace muchos años. Por favor, hazte pasar por ella.
Meche le arrebata la hebilla a Andrés y se va caminando.
Meche: ¿Hacerme pasar por la nieta de un hombre enfermo? ¡Eso iría en contra de mis principios!
Andrés: Por supuesto que no, Mercedes (Meche se detiene). Eres tú quien ha ido en contra de tus principios. Por favor, ayúdame en eso (Meche continúa caminando). ¡Pagaré incluso las deudas de tu padre! ¡Te necesito de verdad!
Mercedes se detiene ante eso, sin saberle dar una respuesta a Andrés.